Gilbert Simondon
Curso sobre la percepción
Este Curso sobre la percepción (1964-1965) es un programa riguroso, fundado en una sospecha: solo puede trazarse una historia de los sistemas filosóficos si se hace la historia de la noción de percepción.
En este sentido, Simondon retoma la intuición primera de los fisiólogos jónicos, para quienes “la percepción era el principal modo de conocimiento del mundo”. A partir de allí se recorren las bifurcaciones que se pierden y se reúnen, para volver a perderse y volver a reunirse con esta visión primera. Así se dibujan vías divergentes aún en el mundo antiguo entre jónicos y platónicos-pitagóricos, con una vía media aristotélica, y a un segundo nivel, con el epicureísmo y el estoicismo. Luego en el período clásico, con la oposición entre racionalismo (Descartes y su prole) y empirismo (Locke, Berkeley y Hume), y la vía media ahora encarnada por Kant. Finalmente, en la modernidad, donde ya la percepción se piensa a partir de investigaciones y teorías científicas, sobre todo psico-fisiológicas, y que hallan en la teoría de la intuición bergsoniana un novedoso lazo entre materialismo y espiritualismo.
Pero Simondon no se contenta con repasar la manera en la que los filósofos trataron la cuestión de la percepción, sino que en los sucesivos capítulos de este curso se dedica a estudiar la función perceptiva en los diversos seres de la naturaleza, con bellos pasajes sobre la percepción en plantas y animales, para concentrar luego todo su rigor en los vínculos trazados entre percepción e información, recogiendo sus efectos psicológicos, en los capítulos dedicados a la percepción de lo moviente, de la forma, del espacio y de la duración. Todo concluye en un estudio muy original sobre la manera en la que se vincula la percepción con la afectividad y con el campo de la actividad propiamente humana, tecnológica.
En suma, luego de este camino, en el que merece especial atención la relación íntima y problemática a la vez entre percepción y sensación, podríamos nomás prolongar y decir que para Simondon, solo puede trazarse la historia de la vida si se hace la historia de la noción de percepción.
Curso sobre la percepción
Este Curso sobre la percepción (1964-1965) es un programa riguroso, fundado en una sospecha: solo puede trazarse una historia de los sistemas filosóficos si se hace la historia de la noción de percepción.
En este sentido, Simondon retoma la intuición primera de los fisiólogos jónicos, para quienes “la percepción era el principal modo de conocimiento del mundo”. A partir de allí se recorren las bifurcaciones que se pierden y se reúnen, para volver a perderse y volver a reunirse con esta visión primera. Así se dibujan vías divergentes aún en el mundo antiguo entre jónicos y platónicos-pitagóricos, con una vía media aristotélica, y a un segundo nivel, con el epicureísmo y el estoicismo. Luego en el período clásico, con la oposición entre racionalismo (Descartes y su prole) y empirismo (Locke, Berkeley y Hume), y la vía media ahora encarnada por Kant. Finalmente, en la modernidad, donde ya la percepción se piensa a partir de investigaciones y teorías científicas, sobre todo psico-fisiológicas, y que hallan en la teoría de la intuición bergsoniana un novedoso lazo entre materialismo y espiritualismo.
Pero Simondon no se contenta con repasar la manera en la que los filósofos trataron la cuestión de la percepción, sino que en los sucesivos capítulos de este curso se dedica a estudiar la función perceptiva en los diversos seres de la naturaleza, con bellos pasajes sobre la percepción en plantas y animales, para concentrar luego todo su rigor en los vínculos trazados entre percepción e información, recogiendo sus efectos psicológicos, en los capítulos dedicados a la percepción de lo moviente, de la forma, del espacio y de la duración. Todo concluye en un estudio muy original sobre la manera en la que se vincula la percepción con la afectividad y con el campo de la actividad propiamente humana, tecnológica.
En suma, luego de este camino, en el que merece especial atención la relación íntima y problemática a la vez entre percepción y sensación, podríamos nomás prolongar y decir que para Simondon, solo puede trazarse la historia de la vida si se hace la historia de la noción de percepción.