“Yo, es decir, alguien que se esfuerza en completar la adivinanza con su propia persona. Yo, arrastrado por el torbellino de acontecimientos que buscan la Forma. En vano me lanzo a ese torbellino para, al precio de mi propia felicidad, sumergirme en un microcosmos y en un macrocosmos; en la creación del mito, en la distancia y en el eco; en la repetitiva aparición del absurdo lógico; en el impudor y en los puntos de referencia; en Leon y su misa (...)” “¿Es la realidad por esencia obsesiva? Puesto que construimos nuestros mundos asociando fenómenos no me sorprendería que en el origen de los tiempos hubiera habido una doble asociación. Fue ella la que fijó una dirección al caos e instauró un orden. Hay algo en la conciencia que la arrastra a una trampa para sí misma. Sí, en ‘Cosmos’, mi protagonista observa toda una cadena de anomalías, mínimas, imprecisas (...)”
“Cada una de ellas, consideradas aparte, no significan nada, pero reunidas dan la impresión de querer significar algo..., un gorrión colgado de un alambre, un trozo de madera suspendido de un hilo, unas flechas en el techo que podrían indicar una dirección. Y todo esto, reforzado por otras aventuras de mi protagonista, por su amor fatal hacia Lena, comienza a tomar la forma de una insinuación de ahorcamiento cada vez más insistente (...)”“¿El ahorcamiento de quién?..., ¿de Lena? En un determinado momento, mi protagonista, como llevado por la impaciencia, y deseando completar la adivinanza, añade a una cadena de ahorcamientos, uno de su propia mano: cuelga de un gancho al gato que acaba de estrangular. Se trata de un acto desleal y perverso, pues cae del mundo interior al mundo exterior, es como si se asediara a sí mismo (...)”
“Pero hay en ello un profunda necesidad espiritual. La formación de la obra en mí me parece, en principio, idéntica a la formación de la realidad en mis obras. También en mí colaboran varios elementos, de los que no siempre tengo conciencia. ¿De donde procede, por ejemplo, esa distancia física de la segunda parte de ´Cosmos’, ese eco. Por qué he obligado a mis personajes a marchar a la montaña?”Gilles Deleuze habla de Gombrowicz en un curso que da sobre la confrontación entre Whitehead y Leibniz como un ejemplo del escritor que sale del caos haciendo series. Para Deleuze, “Cosmos” es el desorden puro del que Gombrowicz sale organizando dos series diferentes, la de los ahorcados y la de las bocas. “Sólo hay una manera de salir del caos, haciendo series (...)”
“La serie es la primera palabra después del caos, es el primer balbuceo. Gombrowicz hizo una novela muy interesante que se llama ‘Cosmos’, donde él se lanza, como novelista, en la misma tentativa. ‘Cosmos’ es el desorden puro, es el caos, ¿cómo salir del caos? La novela de Gombrowicz es muy bella, muestra cómo se organizan las series a partir del caos, sobre todo hay en ella dos series insólitas que se organizan (...)”
“Cada una de ellas, consideradas aparte, no significan nada, pero reunidas dan la impresión de querer significar algo..., un gorrión colgado de un alambre, un trozo de madera suspendido de un hilo, unas flechas en el techo que podrían indicar una dirección. Y todo esto, reforzado por otras aventuras de mi protagonista, por su amor fatal hacia Lena, comienza a tomar la forma de una insinuación de ahorcamiento cada vez más insistente (...)”“¿El ahorcamiento de quién?..., ¿de Lena? En un determinado momento, mi protagonista, como llevado por la impaciencia, y deseando completar la adivinanza, añade a una cadena de ahorcamientos, uno de su propia mano: cuelga de un gancho al gato que acaba de estrangular. Se trata de un acto desleal y perverso, pues cae del mundo interior al mundo exterior, es como si se asediara a sí mismo (...)”
“Pero hay en ello un profunda necesidad espiritual. La formación de la obra en mí me parece, en principio, idéntica a la formación de la realidad en mis obras. También en mí colaboran varios elementos, de los que no siempre tengo conciencia. ¿De donde procede, por ejemplo, esa distancia física de la segunda parte de ´Cosmos’, ese eco. Por qué he obligado a mis personajes a marchar a la montaña?”Gilles Deleuze habla de Gombrowicz en un curso que da sobre la confrontación entre Whitehead y Leibniz como un ejemplo del escritor que sale del caos haciendo series. Para Deleuze, “Cosmos” es el desorden puro del que Gombrowicz sale organizando dos series diferentes, la de los ahorcados y la de las bocas. “Sólo hay una manera de salir del caos, haciendo series (...)”
“La serie es la primera palabra después del caos, es el primer balbuceo. Gombrowicz hizo una novela muy interesante que se llama ‘Cosmos’, donde él se lanza, como novelista, en la misma tentativa. ‘Cosmos’ es el desorden puro, es el caos, ¿cómo salir del caos? La novela de Gombrowicz es muy bella, muestra cómo se organizan las series a partir del caos, sobre todo hay en ella dos series insólitas que se organizan (...)”
JUAN CARLOS GÓMEZ GOMBROWICZIDAS