

2. Consideramos hasta el momento el caso en que un actual se rodea de otras virtualidades cada vez mas extensas, cada vez mas longitudinales y diversas: una partícula crea efímeros, una percepción evoca recuerdos. Sin embargo, el movimiento inverso tambien se impone: cuando los círculos se estrechan, y lo virtual se aproxima al actual para de él distinguirse cada vez menos. Se atinge un circuito interior que reúne tan solo el objeto actual y su imagen virtual, que de ella se aleja muy poco; la percepción actual tiene su propio recuerdo de doble inmediato, consecutivo o incluso simultáneo. En efecto, como mostraba Bergson, el recuerdo no es una imagen actual que se formaría luego del objeto percibido, sino la imagen virtual que coexiste con la percepción actual del objeto. El recuerdo es la imagen virtual contemporánea al objeto actual, su doble, su “imagen en el espejo".

pasar el presente y conservar el pasado. El presente es un dato variable medido por un tiempo contínuo, esto es, por un supuesto movimiento en una única dirección: el presente pasa a la medida en que el tiempo se agota. Es el presente que pasa, que define lo actual. Pero lo virtual aparece por su lado en un tiempo menor de aquel que mide el mínimo de movimiento en una dirección única. Es porque lo virtual es “efímero”. Pero es también en lo virtual que el pasado se conserva, ya que lo efímero no cesa de continuar en lo “menor” siguiente, que remite a un cambio de dirección. El tiempo menor que el mínimo de tiempo contínuo pensable en una dirección es también el tiempo mas largo, mas largo que el máximo de tiempo contínuo pensable en todas las direcciones. El presente pasa (en su escala), al paso que lo efímero conserva y se conserva (en su escala). Los virtuales se comunican inmediatamente por encima del actual que los separa. Los dos aspectos del tiempo, la imagen actual del presente que pasa y la imagen virtual del pasado que se conserva, se distinguen en la actualización, teniendo simultáneamente un limite inasimilable, pero intercambiándose en la cristalización hasta tornarse indiscernibles, cada uno apropiándose del papel del otro. La relación del actual con lo virtual constituye siempre un circuito, pero de dos maneras: o el actual remite a virtuales como a otras cosas en vastos circuitos, donde lo virtual se actualiza, o el actual remite a lo virtual como a su propio virtual, en los menores circuitos donde lo virtual cristaliza con lo actual. El plano de inmanencia contiene de una sola vez la actualización como relacion de lo virtual con otros términos, e incluso lo actual como término con lo cual lo virtual se intercambia.

NOTAS
1) Michel Cassé, Du vide et de la création, Editions Odile Jacob, pp. 72-73. Y el estudio de Pierre Lévy, Qu’est-ce que le virtuel?,
Éd. de la Découverte.
2) Bergson, Matiére et mémorie, Éd. du Centenaire, p. 250 (los capítulos II y III analizan la virtualidad del recuerdo y su
actualización).
3) Cf. Gilles Chatelet,Les Enjeux du mobile, Éd. du Seuil,pp. 54-68 (de la “velocidades virtuales” a los “recortes virtuales").
4) Bergson, L´Énergie spirituelle, “el recuerdo del presente…”, pp. 917-920. Bergson insiste en los dos moviemientos, en dirección
a círculos cada vez más amplios , en dirección a un círculo cada vez más estrecho.
5) A partir del objeto actual y de la imagen virtual, la óptica muestra en qué caso el objeto se torna virtual, y, la imagen, actual;
muestra después como el objeto y la imagen se tornan ambos actuales, o ambos virtuales.
* Texto originalmente publicado adjuntado a la nueva edicion de Dialogues, de Gilles Deleuze y Claire Parnet (Paris, Flammarion,
1996)
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