Tener un rostro
De Perceptos y de Afectos.
Multiplicidades
Estas palabras son conceptos, pero los conceptos son líneas, es decir, sistemas de números ligados a tal dimensión de las multiplicidades (estratos, cadenas moleculares, líneas de fuga o ruptura, círculos de convergencia, etc.). En ningún caso aspiramos al título de la ciencia. Nosotros no conocemos agenciamientos. Tan sólo hay agenciamientos maquínicos de deseo, como también agenciamientos colectivos de enunciación. Nada de significancia ni de subjetivación: escribir a n(cualquier enunciación individualizada permanece prisionera de las significaciones dominantes, cualquier deseo significante remite a sujetos dominados).
De la alegría
Viajes
¿Y tu odio de los viajes está vinculado a tu lentitud natural?
Gilles Deleuze:
No, porque uno concibe viajes muy lentos. Sí, en todo caso, no tengo necesidad de moverme. Yo... todas las intensidades que tengo son intensidades inmóviles, sabes: las intensidades se distribuyen en el espacio o bien en otros sistemas, pero no necesariamente en el espacio exterior. Yo te aseguro que cuando leo un libro que admiro, que encuentro hermoso, o cuando escucho una música que encuentro hermosa, la verdad, tengo entonces la impresión a atravesar tales estados que nunca me ha proporcionado un viaje... semejantes emociones. Así que, para qué ir a buscar esas emociones, que no me convienen mucho, mientras que están a mi alcance, con mayor hermosura, en sistemas inmóviles, como la música o la filosofía. Con ello quiero decir que hay una geomúsica, hay una geofilosofía, son países profundos. Y además son mis países, sí.
Del devenir
Vigésimo quinta Serie, De la Univocidad (parte 1)
Vigésimo quinta Serie, De la Univocidad (parte 2)
El eterno retorno no es una teoría de las cualidades, y de sus transformaciones circulares, sino de los acontecimientos puros y de su conservación lineal o superficial. También el eterno retorno conserva un sentido selectivo y permanece ligado a una incompatibilidad, precisamente la que presenta con las formas que impiden su constitución y su funcionamiento. Contra-efectuando cada acontecimiento, el actor-bailarín extrae el acontecimiento pura que comunica con todos los otros y vuelve sobre sí mismo a través de todos los otros, con todos los otros. Hace de la disyunción una síntesis que afirma lo disjunto como tal y hace resonar cada serie en la otra, volviendo cada una sobre sí misma ya que la otra vuelve en ella, y volviendo fuera de sí cuando la otra vuelve sobre sí: explorar todas las distancias, pero sobre una misma línea, y correr muy deprisa para permanecer en el mismo sitio. La mariposa gris comprende tan bien el acontecimiento esconderse que, permaneciendo en el mismo sitio, pegada al tronco del árbol, recorre toda la distancia con el vigorizar del negro y hace resonar el otro acontecimiento como individuo, y en su propio individuo como acontecimiento, como caso fortuito. Mi amor es una exploración de la distancia, un largo recorrido que afirma mi odio por el amigo en otro mundo y en otro individuo, y hace resonar una con otra las series bifurcantes y ramificadas: solución del humor, completamente diferente de la ironía romántica de la persona fundada aún en la identidad de los contrarios. «Usted llega a esta casa, pero en uno de los pasados posibles usted es mi enemigo, en otro mi amigo... El tiempo se bifurca perpetuamente hacia innumerables futuros. En uno de ellos soy su enemigo... El porvenir ya existe -respondí- pero yo soy su amigo... Me dio por un momento la espalda. Yo había preparado el revólver. Disparé con sumo cuidado.»
La filosofía se confunde con la ontología, pero la ontología se confunde con la univocidad del ser (la analogía siempre fue una visión teológica, no filosófica, adaptada a las formas de Dios, del mundo y del yo). La univocidad del ser no quiere decir que haya un solo y mismo ser: al contrario, los entes son múltiples y diferentes, producidos siempre por una síntesis disyuntiva, disjuntos y divergentes ellos mismos, membra disjoncta. La univocidad del ser significa que el ser es Voz, que se dice, y se dice en un solo y mismo «sentido» de todo aquello de lo que se dice. Aquello de lo que se dice no es en absoluto lo mismo. Pero él es el mismo para todo aquello de lo que se dice. Entonces sucede como un acontecimiento único para todo lo que sucede a las cosas más diversas, Eventum tantum para todos los acontecimientos, forma extrema para todas las formas que permanecen disjuntas en ella, pero que hacen resonar y ramificar su disyunción. La univocidad del ser se confunde con el uso positivo de la síntesis disyuntiva, la más alta afirmación: el eterno retorno en persona o -como vimos a propósito del juego ideal- la afirmación del azar en una vez, el único tirar para todas las tiradas, un solo Ser para todas las formas y las veces, una sola insistencia para todo lo que existe, un solo fantasma para todos los vivos, una sola voz para todo el rumor y todas las gotas de la mar. El error sería confundir la univocidad del ser en tanto que se dice con una pseudo-univocidad de aquello de lo que se dice. Pero, al mismo tiempo, si el Ser no se dice sin que suceda, si el Ser es el único acontecimiento en el que todos los acontecimientos comunican, la univocidad remite a la vez a lo que sucede y a lo que se dice. La univocidad significa que es la misma cosa lo que sucede y lo que se dice: lo atribuible a todos los cuerpos o estados de cosas y lo expresable de todas las proposiciones. La univocidad significa la identidad del atributo neomático y de lo expresado lingüístico: acontecimiento y sentido. No deja que el ser permanezca en el vago estado que tenía desde las perspectivas de la analogía. La univocidad eleva, extrae el ser para distinguirlo mejor de lo que sucede y de aquello de lo que se dice. Arranca el ser a los entes para devolvérselo en una vez, para abatirlo sobre ellos por todas las veces. Puro decir y puro acontecimiento, la univocidad pone en contacto la superficie interior del lenguaje (insistencia) con la superficie exterior del ser (extra-ser). El ser unívoco insiste en el lenguaje y sobreviene a las cosas; mide la relación interior del lenguaje con la relación exterior del ser. Ni activo ni pasivo, el ser unívoco es neutro. Es él mismo extra-ser, es decir, este mínimo de ser común a lo real, a lo posible y a lo imposible. Posición en el vacío de todos los acontecimientos en uno, expresión en el sinsentido de todos los sentidos en uno, el ser unívoco es la pura forma del Aión, la forma de la exterioridad que relaciona las cosas y las proposiciones. En una palabra, la univocidad del ser tiene tres determinaciones: un solo acontecimiento para todos; un solo y mismo aliquid para lo que pasa y se dice; un solo y mismo ser para lo imposible, lo posible y lo real.
Godard y la Y
Sobre Godard
Godard nunca ha tenido éxito en el cine, al contrario de lo que
nos quieren hacer creer quienes dicen: “Ha cambiado, ha dejado de
funcionar a partir de tal momento”. Son los mismos que ya le odiaban
al principio. Godard se ha adelantado a todo el mundo y a todos
ha marcado, pero no por la vía del éxito sino más bien siguiendo su
propia línea, una línea de fuga activa, una línea quebrada en todo
momento, en zigzag, una línea subterránea.
Esquizoanálisis
Del resentimiento
¡Sed rápidos, incluso sin movernos!
como el del la avispa y el de la orquídea.
Frases para armar un botiquín: prudencia.
CsO
Carencia sacerdotal
Cuerpo sin órganos
Epicuro y Lucrecio
Centro
Lo que hay que valuar es el cambio radical que Welles introdujo en la noción de centro. El problema de la profundidad de campo recogía a su manera una transformación de la pintura del siglo XVII. Es posible que el cine de Welles haya sabido recrear, con destino a nuestro mundo moderno, una transformación del pensamiento que se había producido por vez primera en aquel siglo. Si atendemos al espléndido análisis de Michel Serres, el siglo XVII no fue la edad «clásica» del ideal de lo verdadero, sino la edad barroca por excelencia, inseparable de lo que llamamos clásico y donde la verdad atravesaba una crisis definitiva. Ya no se trataba de saber dónde estaba el centro, el Sol o la Tierra, porque la primera pregunta era: «¿Hay un centro, cualquiera que sea, o no lo hay?» Todos los centros, de gravedad, de equilibrio, de fuerza, de revolución, en síntesis de configuración, se derrumbaban. Se produjo entonces innegablemente una restauración de los centros, pero al precio de un cambio profundo, de una gran evolución en las ciencias y las artes. Por una parte el centro se hacía «puramente óptico», el punto pasaba a ser punto de vista. Este «perspectivísmo» no se definía en absoluto por la variación de puntos de vista exteriores sobre un objeto supuestamente invariable (con lo que el ideal de lo verdadero se conservaría). Aquí, por el contrario, el punto de vista era constante pero siempre interior a los diferentes objetos que desde ese momento se presentaban como la metamorfosis de una sola y misma cosa en devenir. Era la «geometría proyectiva», que instalaba al ojo en el vértice del cono y nos daba «proyecciones» tan variables como los planos de sección, círculo, elipse, hipérbole, parábola, punto, rectas, y en última instancía el propio objeto no era más que la conexión de sus propias proyecciones, la colección o la serie de sus propias metamorfosis. Las que no son verdad ni apariencia son las perspectivas o proyecciones.
Spinoza producciones
Gonzalo Aloras nace en la ciudad de Rosario el 4 de octubre de 1974 en medio de una familia ligada al Arte. Desde muy chico sus inclinaciones son siempre artísticas. Comienza por el dibujo de historietas y la escritura de reflexiones en revistas escolares; luego incorpora transversalmente la filosofía a sus actividades de adolescencia a través de cursos y grupos de investigación.
Durante la década del 90 es una de las voces cantantes del rock local en el trío Mortadela Rancia con quien registra el disco Ciudad Paranoia (1994) y participa en numerosas bandas y grabaciones rosarinas (Macaferri y Asoc, Graffiti, Vandera, Fabian Gallardo, Coki & The Killer Burritos, Los Divinos, Abrepuertas, etc).
Cursa los estudios de Realizador Audiovisual en la Escuela de Cine de Rosario en la que se desempeñara más tarde como docente.
Ya en su etapa solista, graba y edita Algo Vuela (2000/2004) , un disco en el que participan Fito Páez, Charly García, Claudio Cardone, Guillermo Vadalá, entre otros músicos junto a los cuales también compartirá escenario.
Algo Vuela es presentado internacionalmente con pequeñas actuaciones en España (donde recibe la mención de Fnac a la mejor auto-producción) Colombia, Chile, EEUU, México, Uruguay y otras ciudades de Latinoamérica.
En el 2005 edita su primer simple virtual llamado Visión y recibe el premio MUSI al mejor artista pop rosarino, realizando allá su primer presentación a dúo junto a Litto Nebbia con quien comenzará de esta manera, una serie de proyectos musicales (ver Celebración del rock argentino/ Melopea ).
Forma parte de la banda de Fito Páez y participa en sus discos como intérprete y arreglador del año 1999 al año 2006. También es co-protagonista y productor musical en el film De quién es el portaligas del mismo director. La banda sonora del film De quién es el portaligas, es editada en el 2008 por Sony/BMG y recibe la nominación al premio Cóndor de Plata y Clarín, como mejor música de cine.
Es invitado por Juanse a formar parte de su banda solista y a grabar el primer dvd en vivo de esta formación especial, del líder de Ratones Paranoicos.
Edita Superhéroes , a fines del 2008, un homenaje a sus tres grandes maestros: Litto Nebbia, Charly García y Luis Alberto Spinetta, con versiones de estos autores en guitarra acústica y piano de cola.
Sigue trabajando en lo que será su próximo disco de canciones propias a editarse en el 2009. En este trabajo participarán Spinetta, Nebbia, Páez, Juanse, J. Malosetti , F. Fattoruso y F. Samalea entre otros.
ASSOCIATION DES AMIS DE MAURICE BLANCHOT
Un espace d'information : cette association est une vitrine de l'actualité de l'oeuvre de Blanchot (la presse et les éditions littéraires, colloques, thèses, sélection de sites, etc...)
Un espace de réflexion : cette association est un lieu d'échange et de discussion sur les thèmes majeurs de l'oeuvre de Blanchot.
Un espace de découverte : cette association est un instrument pour observer ou approfondir le dialogue, les liens et l'enchevêtrement que l'oeuvre de Blanchot entretient avec celle d'autres auteurs.
Un espace d'édition : cette association vise à faciliter la publication de l’œuvre de Blanchot en veillant à respecter les principes éditoriaux qui furent les siens ; ainsi qu’à accueillir, réaliser, soutenir et promouvoir les recherches sur Blanchot et son œuvre.