Este cuerpo viviente queremos liberar,
descuadrilar, desbloquear, descongestionar, para que libere sobre sí mismo
todas las energías, todos los deseos, todas las intensidades aplastadas por el
sistema social de inscripción y adiestramiento. Queremos recuperar el pleno ejercicio
de cada una de nuestras funciones vitales con su potencial integral de placer. Queremos recuperar
las facultades que son tan elementales como el placer de respirar, el cual ha
sido literalmente estrangulado por las fuerzas de opresión y contaminación,
queremos recuperar el placer de comer, de digerir, perturbado por el ritmo de
rendimiento y la sucia comida producida y preparada según los criterios de la
rentabilidad mercantil; el placer de cagar y el goce del culo sistemáticamente
masacrado por el adiestramiento intrusivo de los esfínteres, por el cual la
autoridad capitalista inscribe incluso en la carne sus principios fundamentales
(relaciones de explotación, neurosis de acumulación, mística de la propiedad,
de la limpieza, etc.); el placer de masturbarse felizmente sin vergüenza, sin
angustia ni por fracaso o compensación, sino simplemente el placer de masturbarse;
el placer de vibrar, de murmurar, de hablar, de caminar, de moverse, de
expresarse, de delirar, de cantar, de jugar con su cuerpo de todas las maneras
posibles. Queremos recuperar el placer de producir placer, de crear,
despiadadamente anulado por los aparatos educativos encargados de fabricar a
los trabajadores (consumidores obedientes).
Félix Guattari