 Es el cerebro quien dice
Yo, pero Yo es otro. No es el mismo cerebro que el de las conexiones e
integraciones segundas, aun cuando no haya trascendencia. Y este Yo no sólo es
el "yo concibo" del cerebro como filosofía, también es el "yo
siento" del cerebro como arte. La sensación no es menos cerebro que el
concepto.
Es el cerebro quien dice
Yo, pero Yo es otro. No es el mismo cerebro que el de las conexiones e
integraciones segundas, aun cuando no haya trascendencia. Y este Yo no sólo es
el "yo concibo" del cerebro como filosofía, también es el "yo
siento" del cerebro como arte. La sensación no es menos cerebro que el
concepto. 
