Una película sobre Perlongher, el poeta de los muchachos


"ROSA PATRIA", UNA CREACION DE SANTIAGO LOZA CON TESTIMONIOS DE AMIGOS Y PERFORMANCES
El documental perfila a un poeta canónico y una figura política prohijada por una época hirviente.

Hay en los primeros minutos de Rosa patria, el documental de Santiago Loza sobre la vida del poeta y activista homosexual Néstor Perlongher, un ensañamiento con el tipo físico del retratado que pareciera operar en las antípodas de lo que, a priori, pudiera esperarse de un homenaje; es que los amigos de Perlongher -que aquí no son otros que los escritores Juan José Sebreli, Arturo Carrera y Rodolfo Fogwill, entre otros que funcionan a modo de cabezas parlantes según el rigor del género- se regodean en la fealdad de Néstor al punto de calificarlo como "horripilante", "bizarro" o de compararlo, directamente, con un manatí. Sin embargo, la imagen de ese muchacho que más que muchacho parecía una señora con sus tacos y sus pañuelos al cuello, vareándose por los andenes que van al Oeste, recibe, por fin, en la ilación de escenas que propone Loza (muchas de ellas reconstrucciones protagonizadas por actores del circuito teatral emergente) la justicia biográfica que hasta ahora muchos le han negado. Perlongher, cara visible del Frente de Liberación Homosexual durante los años setenta, militante trotskista y recién luego poeta venerado (sus primeros poemas, reunidos bajo el título Austria-Hungría, fueron publicados a principios de la década del ochenta por Ediciones Tierra Baldía, gracias a los auspicios de Fogwill) murió en Brasil, víctima de complicaciones derivadas del virus VIH, en 1992, durante un exilio que él llamaba "sexual". Cabeza visible junto a Severo Sarduy del neobarroso latinoamericano, Perlongher escribió su poema más célebre, "Cadáveres", en un autobús entre San Pablo y Buenos Aires. "A partir de 'Cadáveres' comencé a interesarme por su escritura", dice Loza en diálogo con Clarín desde el Festival de Cine de Punta del Este, donde ha ido a presentar Rosa patria. "Luego me di cuenta de que el trayecto personal de Perlongher estaba atravesado por tópicos históricos muy conmovedores: la militancia en el FLH, la dictadura, el sida." Su película, sin embargo, parece hacer pie en las mutaciones que sufrió la representación social del homosexual desde los años setenta hasta aquí. "En esa época existía una idea de cambio colectivo que hoy murió", dice Loza a la luz de una militancia gay que ha cambiado su inicial discurso contestatario por otro más tibio, que tiende hacia el establecimiento de la tolerancia. Entre testimonios de amigos y performances que Loza compara con escenas de un "teatrito clandestino y berreta", Perlongher surge de Rosa patria no sólo como un poeta canónico en tránsito, sino como una figura política prohijada por una época hirviente, aquella en la que cantarle al "amor entre muchachos" era, todavía más que hoy, causal de desacato.
Por: Diego Manso
Sobre Perlongher
Néstor Perlongher nació en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, la noche de Navidad de 1949. En 1982, terminada su licenciatura en sociología, se fue a vivir a San Pablo, donde ingresó en la Maestría de Antropología Social, en la Universidad de Campinas, de la que en 1985 fue nombrado profesor. Gran lector y divulgador de los trabajos de Deleuze y de Guattari.
Su obra poética publicada comprende seis libros: Austria-Hungría (Buenos Aires, Tierra Baldía, 1980), Alambres (Buenos Aires, Último Reino, 1987; Premio "Boris Vian" de Literatura Argentina), Hule (Buenos Aires, Último Reino, 1989), Parque Lezama (Buenos Aires, Sudamericana, 1990), Aguas aéreas (Buenos Aires, Último Reino, 1990) y El cuento de las iluminaciones (Caracas, Pequeña Venecia, 1992). Colaboró asiduamente en las revistas El Porteño, Alfonsina, Último Reino y Diario de Poesía. Preparó la antología Caribe transplantino. Poesía neobarroca cubana y rioplatense (San Pablo, Iluminuras, 1991), y publicó numerosos textos en prosa, entre los que se destacan El fantasma del SIDA (Buenos Aires, Puntosur, 1988) y La prostitución masculina (Buenos Aires, La Urraca, 1993)."Néstor Perlongher fue un escritor insaciable. Creó un estilo propio que apodó "neobarroso", en el que reunía contradictoriamente los bucles barrocos y el barro del Plata: es decir, él mismo ... la figura de Néstor Perlongher se fue agigantando de un modo tal que a esta altura aparece como una de las voces más necesarias de la última poesía argentina" (A.Schettini, La Nación)Trotskista, anarquista, ex-militante del movimiento de liberación homosexual argentino, Néstor Perlongher murió de SIDA en San Pablo, el 26 de noviembre de 1992.