Breve texto de FILIFOR FORRADO DE NIÑO (Ferdydurke)
El príncipe de los Sintetistas, reconocido como el más glorioso de todos los tiempos, era, sin duda, el Doctor profesor de Sintesiología de la Universidad de Leyden, Sintetista Superior Filifor, originario de las regiones meridionales de Annam. Operaba conforme al espíritu patético de la Síntesis Superior, principalmente por medio de adición + infinidad, y en casos súbitos también por medio de multiplicación × infinidad. Era hombre de buena estatura, no poca corpulencia, barba hirsuta y rostro de profeta con anteojos.
Mas un fenómeno espiritual de esa magnitud no pudo dejar de suscitar en la naturaleza su contrafenómeno, de acuerdo con el principio de acción y reacción de Newton y, por tal motivo, pronto nació en Colombo un eminente analista que obtuvo en la Universidad de Columbia el doctorado y profesorado en Análisis Superior y alcanzó rápidamente los más altos peldaños de la carrera científica. Era hombre hosco, menudo, lisamente afeitado, con rostro de escéptico con anteojos y la única misión interior de perseguir y humillar al eminente Filifor. Operaba analíticamente y era su especialidad la descomposición del individuo en partes por medio de cálculos, especialmente por medio de papirotazos. Y así con un papirotazo en la nariz, incitábala a gozar de existencia independiente, moviéndose entonces la nariz espontáneamente de una parte a otra, con gran espanto del propietario. Ese arte lo aplicaba con frecuencia en el tranvía, si se sentía aburrido. Accediendo al llamado de su más profunda vocación, lanzóse en persecución de Filifor, y en una villa de España logró obtener el título nobiliario de Anti–Filifor, del cual estaba locamente orgulloso. Filifor —habiéndose enterado de que aquél lo perseguía— lanzóse también en su persecución y durante largo tiempo ambos sabios persiguiéronse sin resultado, porque el orgullo no le permitía admitir a ninguno de ellos que resultaba no solamente perseguidor sino también perseguido.