
Tenía una silla con la cual se sentaba al piano. Ninguna de las que le eran ofrecidas, le eran satisfactorias. Solamente la que se muestra seguidamente era de su aprecio. Algunas consideraciones patológicas, como suele suceder a menudo, simplifican y silencian dicha elección.
Según se dice, la misma fue construida por el padre de Glenn Gould modificando según las preferencias del pianista una típica silla que usualmente se utilizaba para jugar a los naipes.
fuente: piano red