Recuerdos de un brujo

Posted by Fernando Reberendo
Devenir nunca es imitar, ni hacer como, ni adaptarse a un modelo.
Nunca hay un término del que se parta, ni al que se llegue o deba llegarse. Ni tampoco dos términos que se intercambien.
A medida que alguien deviene aquello en lo que deviene cambia tanto como él. Afectos, afectaciones de manada. El afecto no es un sentimiento personal, es la efectuación de una potencia de manada, que desencadena y hace vacilar al YO.
¿Quién no ha conocido la violencia de esas secuencias animales, que le apartan de la humanidad aunque solo sea un instante, y que le hacen mordisquear su pan como un roedor o le proporcionan los ojos amarillos de un felino?
Devenires inusitados, nada de regresiones, aunque fragmentos de regresión se añadan a ellos.
Los Devenires son fenómenos de doble captura, de bodas entre dos reinos.
Una conversación podría ser eso, el simple trazado de un devenir.
Escribir es un devenir, es por ello que el escritor es un brujo.
El escritor es un brujo porque vive el animal como la única población ante la cual es responsable por derecho.
Todo animal es en primer lugar una banda o manada. No devenimos animal sin una fascinación por la manada, por la multiplicidad.
La multiplicidad que nos fascina, ya esta en relación con una multiplicidad que nos habita por dentro.
Bancos, bandas, rebaños, poblaciones, no son formas sociales inferiores, son afectos y potencias, involuciones, que arrastran a todo animal a un devenir no menos potente que el del hombre con el animal.
Las bandas humanas y animales, proliferan con los contagios, las epidemias, los campos de batalla y las catástrofes.
Los brujos saben que los hombres lobos son bandas, los vampiros también, y que esas bandas se transforman las unas en las otras.
El vampiro no filia, contagia. La diferencia es que el contagio, la epidemia, pone en juego términos completamente heterogéneos.
HOMBRE-BACTERIA-VIRUS-MOLECULA-MICROORGANISMO-ARBOL-MOSCA-CERDO
Combinaciones que no son ni genéticas, ni estructurales, Inter-reinos, participaciones contra natura, así es como procede la naturaleza, contra si misma.
Hay tantos sexos como términos en simbiosis, tantas diferencias como elementos intervienen en un proceso de contagio.
El universo no funciona por filiación.
Entre un hombre y una mujer pasan muchos seres, que vienen de otros mundos, traídos por el viento, que hacen Rizoma alrededor de las raíces, y que no se pueden entender en términos de producción, sino únicamente de DEVENIR.