Deleuze escribe:
En todos los dominios, hemos terminado por creer en una jerarquía que iría de lo simple a lo complejo, siguiendo una escala materia-vida-espíritu. Pero, quizás, al contrario, la materia sea más compleja que la vida, y la vida una simplificación de la materia. Tal vez los ritmos y las duraciones vitales no estén organizados y medidos por una forma espiritual sino que mantienen su articulación de adentro, de procesos moleculares que los atraviesan. En filosofía también hemos abandonado la pareja tradicional entre una materia pensable indiferenciada, y las formas de pensamiento del tipo categorías o grandes conceptos. Intentamos trabajar con materiales de pensamiento muy elaborados, para:
Volver pensables fuerzas que no son pensables por sí mismas