¿No habrá que conservar un mínimo de estratos, un mínimo de formas y de funciones, un mínimo de sujeto para extraer de él materiales, afectos, agenciamientos?
Por eso debemos oponer los dos planes como dos polos abstractos.
Constantemente se pasa del uno al otro, por grados insensibles y sin saberlo, o sabiéndolo tan sólo a posteriori. Porque constantemente se reconstituye el uno en el otro, o se extrae el uno del otro.