Negri lector de Mil mesetas
Las Mil Mesetas se apropian de lo postmoderno y de las teorías de la débil hermenéutica: anticipan una nueva teoría de expresión, un nuevo punto de vista ontológico – un instrumento que les permite encargarse de la postmodernidad, revelar y dinamitar sus estructuras. Encontramos aquí un pensamiento fuerte, aún cuando sea aplicado a la "debilidad" de lo cotidiano. Para su proyecto, la cuestión es tomar lo creado desde el punto de vista de la creación. Este proyecto no tiene nada de idealista: la fuerza creativa es un rizoma material, al mismo tiempo máquina y espíritu, naturaleza e individuo, singularidad y multiplicidad – y el escenario es la historia, desde el año 10.000 A. C. hasta hoy. Lo moderno y lo postmoderno son rumiados y digeridos, y reaparecen para ayudar a fertilizar una hermenéutica del futuro. Al releer Mil Mesetas diez años después, lo más impresionante es la increíble capacidad de anticipación expresada allí. El desarrollo de la ciencia de las computadoras y la automatización, el nuevo fenómeno de la sociedad de los medios y la interacción comunicativa, los nuevos caminos seguidos por las ciencias naturales y por la tecnología científica en electrónica, en biología, en ecología, etc., no solamente son considerados sino tomados en cuenta como un horizonte epistemológico, y no ya como un mero tejido fenomenológico en extraordinaria aceleración. Pero la superficialidad del contexto en que la dramaturgia del futuro tiene lugar es de hecho ontológica – una dura e irreducible superficialidad que es precisamente ontológica y no trascendental, constitutiva y no sistémica, creativa y no liberal. Antonio Negri