Plan de Consistencia. Cuerpo sin órganos.

El plan de consistencia o de composición (planomeno) se opone al plan de organización y de desarrollo. La organización y el desarrollo conciernen a forma y sustancia: desarollo de la forma y, a la vez, formación de sustancia o de sujeto. Pero el plan de consistencia ignora la sustancia y la forma: las haecceidades, que se inscriben en ese plan, son precisamente modos de individuación que no proceden ni por la forma ni por el sujeto. El plan consiste abstractamente, pero realmente, en las relaciones de velocidad y de lentitud entre elementos no formados, y en las composiciones de afectos intensivos correspondientes ("longitud" y "latitud" del plan). En un segundo sentido, la consistencia reúne concretamente los heterogéneos, los heteróclitos, como tales; asegura la consolidación de los conjuntos difusos, es decir, de las multiplicidades del tipo rizoma. En efecto, procediendo por consolidación, la consistencia actúa necesariamente en el medio, por el medio, y se opone a todo plan de principio o de finalidad. Spinoza, Hölderlin, Kleist y Nietzsche son los agrimensores de ese plan de consistencia. Nunca unificaciones, totalizaciones, sino consistencias o consolidaciones. En ese plan de consistencia se inscriben: las haecceidades, acontecimientos, transformaciones incorporales aprehendidas por sí mismas; las esencias nómadas o difusas, sin embargo rigurosas; los continuums de intensidad o variaciones continuas, que desbordan las constantes y las variables; los devenires, que no tienen ni término ni sujeto, pero que arrastran a uno y a otro a zonas de entorno de indecidibilidad; los espacios lisos, que se componen a través del espacio estriado. En cada caso, diríase que un cuerpo sin órganos, cuerpos sin órganos (mesetas) intervienen: para la individuación por haecceidad, para la producción de intensidades a partir de un grado cero, para la materia de la variación, el medio del devenir o de la transformación, el alisado del espacio. Potente vida no orgánica que se escapa de los estratos, atraviesa los agenciamientos, y traza una línea abstracta sin contorno, línea del arte nómada y de la metalurgia itinerante. ¿Es el plan de consistencia el que constituye el cuerpo sin órganos, o son los cuerpos sin órganos los que componen el plan? ¿El Cuerpo sin órganos y el Plan son la misma cosa? De todas formas, el componente y lo compuesto tienen la misma potencia: la línea no tiene dimensión superior al punto, la superficie no tiene dimensión superior a la línea, el volumen no tiene dimensión superior a la superficie, sino siempre un número de dimensión fraccionaria, anexacto, o que no cesa de crecer o de decrecer con las partes. El plan efectúa la sección de multiplicidades de dimensiones variables. Así pues, lo fundamental es el modo de conexión de las diversas partes del plan: ¿En qué medida los cuerpos sin órganos se componen juntos? ¿Cómo se prolongan los continuums de intensidad? ¿En qué orden se hacen las series de transformación? ¿Cuáles son esos encadenamientos alógicos que siempre se producen en el medio, y gracias a los cuales el plan se construye fragmento a fragmento según un orden fraccionario creciente o decreciente? El plan es como una hilera de puertas. Y las reglas concretas de construcción del plan sólo son válidas en la medida en que ejercen un papel selectivo. En efecto, el plan, es decir, el modo de conexión, proporciona el medio para eliminar los cuerpos vacíos y cancerosos que rivalizan con el cuerpo sin órganos; para rechazar las superficies homogéneas que enmascaran el espacio liso; para neutralizar las líneas de muerte y de destrucción que desvían la línea de fuga. Sólo es retenido y conservado, así pues, creado, sólo consiste en lo que aumenta el número de conexiones en cada nivel de la división o de la composición, así pues, en el orden decreciente tanto como en el creciente (lo que no se divide sin cambiar de naturaleza, lo que no se compone sin cambiar de criterio de comparación...).

Pintura: The Red Sun de Joan Miró