Las configuraciones geopolíticas se modifican a toda marcha mientras que los universos de la tecnociencia , de la biología, de la asistencia por computador, de latelemática de los medios desestabilizan cada día más nuestras coordenadas mentales. La miseria del tercer mundo, el cáncer demográfico, el crecimiento monstruoso y la degradación de los tejidos urbanos, la destrucción insidiosa de la biosfera por las poluciones, la incapacidad del sistema actual de recomponer una economía social adaptada a los nuevos datos tecnológicos: todo debería concurrir a movilizar los espíritus, las sensibilidades y las voluntades. En lugar de esto, la aceleración de una historia, que quizá nos arrastra a los abismos, es enmascarada por la imaginería sensacionalista, y en realidad banalizante e infantilizante, que los medios nos confeccionan a partir de la actualidad.