De las nociones comunes




Las nociones comunes son el aprendizaje de este arte, «el arte de la Ética misma», y Deleuze hurgando en el Tratado de la Reforma del Entendimiento y en la Ética descubre en ellas, la fuerza que nos asegura una eternidad alegre (opuesta a la inmortalidad triste) o la posibilidad de situarnos en un plano de inmanencia desde donde comprendemos la relación de cada parte con la multiplicidad infinita de partes que componen la substancia. Dejamos de imaginar y comenzamos a conocer, cuando al ser afectados por una pasión positiva descubrimos una relación entre nuestro cuerpo y aquél que nos llena de alegría. Entonces aumenta nuestra fuerza de existir al mismo tiempo que nuestra capacidad de conocer. Y viceversa, al conocer más existimos con mayor fuerza, estamos menos sometidos a las determinaciones externas. Las nociones comunes son ideas puentes, transbordadores: «las nociones comunes oscilan entre dos umbrales, el umbral máximo de todo lo que es común a todos los cuerpos y el umbral mínimo de lo que es común a dos cuerpos al menos, al mío y al otro» Porque nos permiten conocer lo que es común a
varios cuerpos, las nociones comunes nos sitúan de golpe en un nudo de relaciones concretas que al favorecer nuestra comprensión de la Naturaleza intensifican nuestra potencia, son «Ideas Prácticas».
Según Deleuze, las nociones comunes permiten medir la distancia entre El Tratado de la Reforma del Entendimiento y la Ética: en el Tratado de la Reforma del Entendimiento el conocimiento del segundo género no sería más que idea verdadera pensada como hipótesis, idea abstracta cuya existencia es puramente geométrica. En la Ética, por el contrario, este conocimiento del segundo género o conocimiento por nociones comunes se convierte en idea adecuada cuyo punto de partida no es un ser geométrico sino el atributo como unidad de composición entre las relaciones que mantienen cuerpos o ideas. Al explicar la posibilidad que ofrece la Ética, y que no se daba en el Tratado de la Reforma del Entendimiento, de pasar del segundo al tercer género, es decir, del conocimiento de lo que es común a varios cuerpos, al conocimiento de la esencia individual de las cosas singulares, quizá Deleuze oponga de un modo demasiado categórico un Spinoza cartesiano que aún parte de primeras verdades abstractas a un Spinoza spinozísta que parte en la Ética del orden concreto de las cosas singulares. Pues, el Tratado de la Reforma del Entendimiento marcaba ya la despedida definitiva de Spinoza a los principios de la filosofía de Descartes.




Spinoza filosofía práctica, es el último ajuste de cuentas de Deleuze con Spinoza. En esta obra Deleuze recopila algunos textos publicados en 1970, es decir, posteriores a Spinoza y el problema de la expresión, entre los cuales se encuentra su índice de los conceptos claves de la Ética; todo el libro gira en torno a una ampliación de este abecedario. Deleuze añade fundamentalmente a este análisis dos conceptos más: lo bueno y lo malo, y las nociones comunes, de modo que sus antiguos textos sobre la vida de Spinoza y sobre la diferencia de la Ética con una Moral adquieren al situarse en un contexto diferente un sentido y una función nuevas.


Mercedes Allende Salazar