Daniel Ferioli Seragopian
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Tanto en Lacan como en Deleuze, se encuentran modos geométricos de la experiencia clínica. En Lacan, se trata de los llamados redondeles de hilo que expresan los tres registros. Y cuando este autor los trabaja, alude directamente a Spinoza, aunque sin profundizar.
En el caso de Deleuze, Spinoza es casi su filósofo predilecto, tal vez junto con Nietzsche, lo trabaja en toda su obra, directa o indirectamente. Y funda (inventa) un ‘more geométrico’, un ordenamiento geométrico, si bien diferente a la topología y la clínica nodal de Lacan.
Pero es interesante que ambos toman de Spinoza la cuestión geométrica.
En Deleuze, se trata de lineas, planos y espacios para una geometría humana que sintetiza como cartografía.
Qué es una línea ? Relacion con el plano.
Deleuze trabaja en varios textos la concepción de que “estamos hechos de líneas,.. los individuos, los grupos” . La línea la plantea no como figurativa (representación), sino abstracta. Y se trata de una forma, más que de un contenido. Apunta a una clínica estética ( ‘paradigma estético’ en Guattari, Kesselman, et al.)
Se trata de una lógica geométrica, una geometría humana, al estilo de Spinoza , y como la usara Lacan (clínica topológica y nodal) (ver en Lacan la mención a Spinoza, Seminario XXII, RSI, comienzo de la Clase 6) .
La línea será entonces una estética, una forma, que condensa -no de un modo representativo-, modos de existencia y tramos de existencia concretos de una biografía.
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Una persona traza una línea dura, cuando trabaja en una institución formal ciertas horas de su día y de su vida. Traza una línea de fuga cuando quiere escapar de una captura, o una linea flexible –molecular cuando diagrama un modo de existencia más viable que en los conjuntos molares (instituciones que son planos de organización capturantes)
Deleuze insistirá en que las líneas de una vida se trazan sobre un plano, al cual denomina, de consistencia o de composición. Las líneas, por tanto funcionan solamente sobre un plano, que o preexiste, o hay que construirlo.
Una línea sin plano, conduce al síntoma (angustia, por ejemplo)
“Los puntos de anclaje a partir del punto de subjetivación son muy preciados.Cuando ya no los hay, comienza una especie de angustia..
que corresponde a la defección de los estratos.” Deleuze
Así, excepto la línea de fuga que cae en el vacío, y se frustra, las líneas serán inseparables del plano. Cuestión clínica y biográfica fundamental, dado que si no hay plano, no puede trazarse una nueva línea.
El plano de consistencia, me parece relacionable con la consistencia del registro Imaginario en Lacan.
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La psiquiatría ortodoxa en una institución manicomial tiene la estética de una línea dura, o llena al menos, de segmentos duros.
El psicoanálisis, por ejemplo, nació como una genial línea de fuga a la neuropsiquiatría de su época, a partir del problema insoluble de la histeria como obstáculo epistemológico de dicho campo disciplinario.
Luego de la línea de fuga, Freud construyó al mismo tiempo un plano de consistencia, con un código ligado a lo artístico, y funcionó -y en ciertos circuitos aún funciona- como una línea flexible en dicho plano.
Hacia la creación de nuevos conceptos, la línea flexible se endureció, cada vez más, a medida que las instituciones psicoanalíticas se sobre-codificaron con un código mas bien ligado a la ciencia o su pretensión, o a la ‘religión’.
Y el plano de consistencia se endureció como plano de organización, y las líneas flexibles se transformaron en líneas duras, aunque claro, no todas.
Cuando Lacan hace su linea de fuga de la Sociedad Francesa de Psicoanálisis y la IPA (la ‘excomunión’), ocurre algo similar. Hace una línea de fuga ante las líneas duras, pero luego también se organiza de tal modo que prevalecen algunos segmentos duros.
En el plano social, ocurre algo similar con los flujos revolucionarios, que funcionan como líneas de fuga al comienzo, al escapar, huir y hacer huir lineas de transformación. La línea de fuga pasa a ser flexible, sobre un plano de consistencia, pero luego se endurece y arma un plano de organización (partido político muy organizado). Ha pasado con el stalinismo, ha pasado en la revolución china, ha pasado en parte en la cubana, influída por los soviéticos.
En la vida de las personas, en la biografía de artistas o creadores, en los amores (pareja y matrimonio) y hasta en Edipo, encontramos estéticas de líneas similares, pasando de las de fuga a las flexibles, y terminando en las duras, con planos de organización en espacio estriados.
Agregamos acá, el concepto de Espacio (liso o estriado).
Una institución psiquiátrica o un Hospital General, suele ser un espacio estriado, marcado, por un deber ser o ‘imperativos categóricos’. En ese espacio, habitan planos de organización (por ejemplo, cada sector: Guardia, Salas de Internación, Hospital de Día, Consultorios externos, etc.). La disposición de espacio y plano, en tanto estriado y de organización, involucra que en esos planos predominarán las líneas duras.
Sin embargo, cada actor institucional intenta o produce micro-líneas de fuga cada tanto, hacia espacios menos estriados, o lisos. Un espacio de supervisión, un grupo de estudio, un espacio de ateneo, o para pensar la tarea. En algunas instituciones, los profesionales se ven llevados hasta materializar esa fuga invisible, yéndose corporalmente afuera, a una exterioridad (‘el bar de enfrente’, por ejemplo). En estos espacios menos estriados, se da lugar a la posibilidad de un nuevo plano de composición, un plano de consistencia y no de organización, donde podrán trazarse líneas flexibles: concretamente se podrá pensar. Si “pensar es pensar de otro modo”, esto será posible en otra topología, un cambio de imaginario, otro lugar: un plano de consistencia para las líneas flexibles después de trazada la breve línea de fuga.
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Una Escuela suele ser también un espacio estriado, con planos de organización y líneas duras. Tan duras que se sienten en el cuerpo, que lo recorren, lo formatean : contracturas crónicas, dolores, cefaleas, hipertensión. Las maestras, tanto como los alumnos, intentan una línea de fuga en los recreos, o las horas libres. Allí habitan un espacio liso, o menos estriado, intentan construir planos de consistencia para líneas flexibles.
O sueñan una definitiva línea de fuga que las traslade a otro espacio.
La Dirección interviene para con una maestra cuando algún padre se queja.
Allí nuevamente se endurecen las líneas.
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Líneas de fuga cuidadosas /peligrosas
La cuestión de las líneas con el plano, resulta de la mayor importancia en el caso de que se tracen líneas de fuga, por ejemplo, para salir de una captura. Muchas veces no está el plano para la línea, y entonces aparece el vacío en plena línea de fuga : ocurre una defenestración, un fuera de código, un aspecto destructivo de la línea: Deleuze la llama línea de abolición.
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Las biografías de Van Gogh y Gauguin pueden darnos ejemplos.
Paul Gauguin vivió en Copenhague, Dinamarca, durante años con las líneas duras de un corredor de la Bolsa de Comercio. Probablemente harto de ese plano de organización y espacio estriado, inició no sin rupturas fuertes, una línea de fuga a París. Allí en vez de los planos de organización, se ubicó y construyó planos de consistencia con líneas flexibles, en circuitos de artistas y reuniones. Pero su gran línea de fuga, su gran desterritorialización era Tahití.
Después de conocer la isla, ya colonizada, por un tiempo, y entrar en relación con los llamados salvajes o primitivos, tiene una experimentación, similar a la de Artaud en México, que no puede olvidar. De hecho hace pinturas de Tahití en Paris, mientras anhela volver.
Tiene la idea, produce el deseo, quiere trazar la línea de fuga, pero no encuentra el plano. Trata de hacer contrato con un marchand, para que le envíe dinero por obras que vaya pintando, y no funciona. Trata de ahorrar dinero, pero le roban. Trata de vender sus pinturas en una subasta incluso arreglada con amigos para que levanten el precio, pero no alcanza: trata de construir el plano de consistencia.
Finalmente y por cansancio, logra irse de París, no sin dificultades.
Veamos los segmentos biográficos esenciales: líneas duras en Dinamarca, lineas flexibles en Paris (que no le alcanzan para respirar la creación), línea de fuga en Tahití.
Logra finalmente el plano y traza la línea. Sigue pintando toda su vida.
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Vincent Van Gogh hizo varias líneas de fuga. Las más importantes, quedaron en su pintura, la ruptura con el código impresionista, la des-codificación y neo-codificación de forma y color que no logró vender un cuadro pese a su hermano marchand, Theo. (Resulta una paradoja muy cruel, sobre todo al precio que logra venderlo Christie’s).
Hizo varias líneas de fuga en su vida: hacia la mística, hacia otras clases sociales, hacia un grado de locura; y de trayectos concretos hacia Paris, Arlés, su amistad con Gauguin, su pelea con él. Sería un caso en que finalmente la línea de fuga y la máquina de guerra creativa terminaron en línea de abolición y máquina autodestructiva.
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Artaud sería otra biografía en que las líneas de fuga no encuentran o no producen un plano, y terminan mal. De tendencia fuertemente rupturista, sin embargo con ‘la razón’ de su lado en muchos casos, termina internado en Rodez. Va del polo esquizo al polo paranoico.
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C a r t o g r a f í a s
Ya situamos el orden geométrico deleuzeano de líneas, planos, espacios.
Ahora bien, ¿qué sería una cartografía?
Un lugar de donde irse, un lugar adonde ir.
Lugares por donde transcurrir, o donde quedarse un tiempo.
Qué sería un lugar?
No sólo una topología física, sino un modo de existencia en una geografía humana ( una subjetivación).
Un espacio para el tiempo de una historia.
La cartografía indica un trayecto en extensión, que constituye un mapa . Pero un trayecto en lo extensivo, involucra un afecto en lo intensivo.
Un mapa de trayectos conlleva un mapa de afectos.
Una cartografía biográfica implica reconocer qué trayectos –en extensión- fundamentales ha realizado la persona, y qué ha ocurrido en esas topologías vitales. Por trayectos podemos entender también los campos de relaciones sociales o microsociales que se frecuentaron, es decir, los campos de inmanencia de los agenciamientos .
Y qué afectos se han producido, y/o han devenido en esos agenciamientos, en los que cada individuación ocupó un lugar y una posición.
Los afectos, a su vez, Deleuze los relaciona inmediatamente con el concepto de intensidad:
“..la intensidad es la intensidad del afecto en cuestión”
“ ..siendo los afectos las intensidades de las que un ser es capaz”
Y una Cartografía Clínica, implica situar en un mapa biografico, un mapa de vida, los puntos clínicos, o mejor: las líneas.
Cuales serían las líneas clínicas? Las que involucran padecimiento.
Ubicar los puntos o segmentos de padecimiento – y sus intensidades – en las líneas de vida, o las líneas de padecimiento en un plano.
Y la aparición y mantenimiento de síntomas que afectan al sujeto.
De una clase de Deleuze:
“Lo que cuenta en la vida de alguien, individuo o grupo, es un cierto conjunto que puede llamarse una cartografía.
Una cartografía está hecha de líneas.
En otros términos nosotros estamos hechos de líneas que varían de un individuo a otro, de grupo a grupo, pudiendo haber en ellas tramos comunes.
/...
Indaguemos que quiere decir esa composición lineal.
Esas líneas implican lo que he llamado plano de consistencia o plano de composición,
esas líneas se hayan sobre un plano.
/-...Es necesario trazar el plano al mismo tiempo que las líneas.
Pero, ¿qué son estas líneas componentes? No son puntos...
Una vida está hecha de líneas, tenés que encontrar las tuyas.
Y tus líneas no preexisten, no están preestablecidas.
El objeto de un verdadero análisis es operar esta cartografía.
El problema de Juanito es ante todo salir del departamento. Porque cual es el problema de un chico:
la conquista de la calle, y ese es un problema de mapa, un problema de líneas.
/O por ejemplo como se taponan las líneas de fuga.
Como se introducen cortes en todos aquellos sitios donde se intenta trazar una línea.”
Deleuze, Derrames, Clase XVII