Los agenciamientos maquínicos no tienen nada que ver con las formas, con las formas separables, formas específicas o formas genéricas, sino que los agenciamientos maquínicos ponen siempre en cuestión unidades de niveles y contenidos de hecho diferentes. En tanto que los agenciamientos maquínicos son, no representaciones de algo, sino transformaciones de afectos, ponen en juego devenires de todo tipo. Por una simple razón: el afecto mismo es un devenir, es un paso intensivo. Los devenires puestos en juego en los agenciamientos maquínicos, son, entre otros, devenires animales, devenires moleculares.